Llego a mi primer día de trabajo como recepcionista en una empresa de seguros. Después de charlar un rato con mi jefa y de que me mostrara las instalaciones de la oficina me siento en la recepción con la recepcionista que iba a reemplazar -vamos a llamarla Miss L- así ella me mostraba un poco la dinámica del puesto.
Al estar en la recepción cada vez que entraba alguien Miss L decía: -"Ella es Hollie, la nueva recepcionista" y luego de un cordial saludo cada quien seguía con su trabajo. Este acting siguio hasta que entro él: Rubio, de ojos claros, con una mirada súper cálida y una sonrisa que te podía hacer olvidar de todo. Tiene novia–pensé- es obvio, un chico así de lindo tiene que tener dueña. Y ahí fue cuando conocí a concubino.
En todo el día no pude volver a concentrarme en las cosas que me explicaba Miss L, y cada vez que concubino entraba o salía de la oficina sin que el se diera cuenta yo le miraba la cola.
Durante tres días fue eso, solo contacto visual, el iba y venia todo el tiempo y yo cada vez que lo veía me ponía tan nerviosa que me costaba disimular entonces miraba fijo la computadora o me hacia la que estaba haciendo algo. ¡¡¡ Hablame!!!- pensaba yo-, pero no.... el no me hablaba. Así pasaron dos días hasta que me hablo por un msn interno que teníamos en la empresa y me invito a fumar un cigarrillo con el a la escalera. Fumamos nuestro primer cigarrillo juntos, y les juro que en mi vida un cigarrillo me duro tan poco. Estaba muy nerviosa y al mismo tiempo trataba de actuar como canchera, relajada y de demostrar absoluto desinterés. Volvimos a nuestros respectivos puestos de trabajo y cuando se acercaba la hora de volver a casa, veo que titila la ventanita con su nombre y me apresuro a abrirla:
Cuncubino (que no era concubino todavía): - ¿En que te vas a tu casa?-
Yo (idiota, porque cuando me escribía me ponía nerviosa): -En la línea D, ¿vos?-
Cuncubino: Bárbaro!, entonces me voy con vos hasta Tribunales y ahí me bajo que tengo que ir a la facu.
Como explicarles que en un segundo me retoque el tapa ojeras, me puse más rimmel, me arregle el pelo, me comí un chicle y baje para esperarlo. (Ni daba que nos vieran salir juntos de la oficina)
El viaje el subte fue raro, yo me pare justo abajo de esos ventiladores redondos que hay en el techo entonces el pelo se me volaba y sin que se notara me lo acomodaba todo el tiempo. Ni el ni yo sabiamos muy bien de que hablar, pero se notaba que ninguno de los dos quiera que ese subte llegara a Tribunales, quieramos seguir teniendo una excusa para conocernos más. Estábamos en Catedral asi que dos estaciones fueron el tiempo que tuvimos, llegamos a tribunal y Chau chau nos vemos mañana (mequieromatar subte de mierda se para siempre y justo hoy que estoy con un churro funciona bien)
Cuando llegue a mi casa escribí en mi diario: - "Hoy viaje en subte con "xxxx" (ahí iría su nombre pero como digo esto es anónimo y siempre lo vamos a llamar concubino o micerdo) , la verdad que me encanta." end of quote.
Y así fue, así empezó mi historia con cerdo, el hombre que hoy me hace despertar todos los días con una sonrisa, el hombre que me hace sentir mariposas en la panza cada vez que me dice que me ama, el hombre que en un futuro espero sea mi marido y el padre de mis hijos.
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